Hoy hemos comenzado en clase un viaje virtual por la ciudad de Londres, y una de nuestras primeras paradas ha sido la preciosa Abadía de Westminster. Este lugar es el elegido por la realeza británica para casarse, y allí también descansan algunos de los científicos y escritores más importantes que ha dado Inglaterra. Es el caso de Charles Dickens, del que hoy se conmemora el bicentenario de su nacimiento.
Nosotros nos acercamos recientemente a la obra de este genial escritor de una forma un tanto curiosa, pues fue a través de la adaptación cinematográfica de uno de sus libros más famosos: “Un cuento de Navidad”, que vimos en clase el pasado mes de diciembre.
Dickens nació en Portsmouth el 7 de febrero de 1812, y no recibió ninguna educación formal hasta que cumplió los 9 años. Eso sí, en cuanto aprendió a leer comenzó a devorar un libro tras otro, especialmente libros de aventuras como “Robinson Crusoe” o “Don Quijote de La Mancha ”. Siendo muy joven, Charles Dickens comenzó a trabajar en una fábrica de betún para calzado (jornadas de diez horas al día, por las que le pagaban seis chelines a la semana).
(Google también homenajea hoy a Dickens)
Hacia 1827 comenzó a escribir crónicas judiciales y consiguió su primer empleo como cronista parlamentario. Poco a poco fue reconocido en Londres como un gran cronista y escritor, gracias a obras tan increíbles como “Oliver Twist”, “David Copperfield”, “Tiempos difíciles”, “Grandes esperanzas” o “El almacén de antigüedades”.