Este viernes pasado tuvimos la
oportunidad de asistir a una interesantísima videoconferencia, impartida por Marina
Morente, que trabaja en el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo
Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA). El título de la misma fue ”¿Qué es la Entomología?
Utilidad del estudio de los insectos en otras disciplinas”.
Durante
tres cuartos de hora, Marina nos introdujo en el apasionante mundo de la
Entomología, que es el estudio científico de los insectos. No hay que olvidar que
existen en la actualidad más de 1.400.000 de especies de insectos conocidas, lo
que supone más de la mitad del total de especies que habitan el planeta. Como
es de suponer, la variedad entre ellos es inmensa, pudiéndolos encontrar en
todo tipo de hábitats (tanto acuáticos como terrestres y aéreos).
Una de las características de
los insectos es que están provistos de exoesqueleto, que es una especie de
armadura que protege su cuerpo y lo aísla del ataque de muchos virus, bacterias
y hongos. Obviamente, la presencia de este exoesqueleto rígido constituye un
obstáculo para su crecimiento, y por eso los artrópodos pasan por una serie de
procesos de muda, durante los cuales el exoesqueleto viejo se desprende y es sustituido
por otro de mayor tamaño.
Los insectos
son hexápodos (tienen 6 patas), y entre sus características podemos señalar que
tienen apéndices articulados y el cuerpo segmentado en tres partes bien
diferenciadas:
·
Cabeza: en la que destacan un par de antenas
(juegan un papel muy importante en el sentido del olfato y del tacto de los
insectos), ojos complejos y tres pares de piezas bucales, que van a variar
notablemente entre las distintas especies, en función del tipo de alimentación.
Así, los insectos consumen una gran variedad de alimentos: savia (chinches),
néctar (abejas), sangre de vertebrados (hembras de algunos mosquitos),
bacterias y algas (moscas, larvas de tricópteros), madera muerta (termitas),
tejidos internos de otros insectos (larvas de avispas parasitoides)
·
Tórax: se divide en tres partes: Protórax, Mesotórax
y Metatórax. Cada segmento toráxico incluye un par de patas. Además, muchos
insectos presentan también dos pares de alas (un par en el Mesotórax y el otro
par en el Metatórax). En algunos insectos (coleópteros, hemípteros, etc) el par
de alas anteriores se ha endurecido y tienen una función protectora, aunque
también son importantes para producir determinados sonidos, para dispersar
olores o para mimetizarse con el medio. Reciben el nombre de élitros,
hemiélitros o tegminas. Hay insectos que han desarrollado la capacidad de
plegar las alas sobre el abdomen, mientras que otros han de mantenerlas siempre
extendidas (libélulas)
(Élitros en un escarabajo)
·
Abdomen: está compuesto por once segmentos como
máximo. En los últimos segmentos del abdomen se localizan las estructuras reproductoras.
Los insectos no tienen sangre,
sino hemolinfa. Generalmente no tiene color, pero a veces puede tener una pigmentación
amarillenta, verde o azulada. Solo en las larvas de algunos insectos acuáticos
puede ser roja, debido a la presencia de hemoglobina (que es un pigmento muy
poco frecuente en los insectos).
El aparato respiratorio de los
insectos es de tipo traqueal, y el oxígeno entra en sus cuerpos a través de
unas aberturas llamadas espiráculos, situadas en su tórax y abdomen.
Con respecto al ciclo vital de
los insectos, la mayoría son ovíparos, pero su desarrollo postembrionario puede
ser de tres tipos, en función del grado de desigualdad entre la forma larvaria
y el adulto:
· 1) Desarrollo ametábolo: los
cambios que se producen en la larva son muy pequeños, a excepción del tamaño y
las proporciones. Es decir, la apariencia entre la larva inmadura que sale del
huevo y el estado adulto es muy similar.
· 2) Desarrollo hemimetábolo: se
produce una especie de metamorfosis incompleta. El insecto pasa de un estado de
huevo a varios estados de larva (se llaman ninfas) con sus correspondientes
mudas, y de ahí a un estado adulto alado.
· 3) Desarrollo holometábolo: se
produce una metamorfosis completa. Tras la eclosión del huevo, la larva pasa
por varias fases seguidas de un estado de pupa
Los insectos son tan antiguos,
que ya estaban presentes hace más de 350.000.000 de años. Como hay tantas
especies, se hace necesario el uso de un sistema de clasificación, que se llama
taxonomía. Para facilitar la identificación de las especies más comunes y conocidas,
existen claves dicotómicas de identificación.