El otro día estuvimos hablando en
clase de la cantidad enorme de lenguas que existen en el mundo, y de cómo estas
(al igual que los animales o las plantas) pueden llegar a extinguirse. También
hablamos de la importancia de la escritura para conocer cómo era la vida de las
personas hace algunos miles de años. Un ejemplo de esto lo tenemos en la famosa
piedra Rosetta (descubierta en 1799), que es un decreto publicado en Menfis en
el año 192 a. C, y que presenta un mismo texto en tres tipos de escritura
diferente (jeroglífica egipcia, demótico y griego antiguo). Su hallazgo fue muy
importante, pues permitió al historiador y lingüista Champollion el
desciframiento de los jeroglíficos de los antiguos egipcios.
(Posible recreación de la piedra original)
La Piedra de Rosetta es de granito, y tiene 112 cm de altura, casi 78 cm de ancho y 28 cm de espesor, y pesa alrededor de 760 kg.
(Amplía la foto para ver los diferentes tipos de escritura con más detalle)
Desde 1802, la piedra se exhibe en el Museo Británico de Londres.
En el siguiente vídeo puedes aprender más cosas sobre esta fantástica obra de arte: