(Texto extraído de: E. O. Wilson: “Puntos calientes de Biodiversidad”. National Geographic. Enero 2002. Páginas 82-86)
La biosfera es de una riqueza extraordinaria. Durante los dos últimos siglos, los biólogos han descubierto más de 1,5 millones de especies de plantas, animales y microorganismos, aunque se estima que el número total de especies sobre la tierra oscila entre los 3 y los 100 millones de especies.
Pese a tan inmensa complejidad, la Biosfera es también muy frágil, y no está preparada para resistir la incesante agresión de la Humanidad sobre sus hábitats.
Nuestra especie, con más de 6.000 millones de individuos, se ha convertido en una fuerza geofísica más destructiva que las tormentas y las sequías.
La mitad de los bosques del mundo han desaparecido, y los bosques tropicales (en los que habitan la mayoría de las especies animales y vegetales) están desapareciendo a razón de un 1% al año. Parte de los arrecifes de coral están desvaneciéndose.
La construcción de presas y la introducción de especies intrusas están causando la extinción indiscriminada de especies autóctonas.
El calentamiento global causado por el efecto invernadero amenaza la existencia de ecosistemas enteros, incluido el Ártico.
Las especies actuales están desapareciendo a un ritmo entre 100 y 10.000 veces superior que la velocidad con que nacen nuevas especies.
De mantenerse el ritmo actual del cambio ambiental, la mitad de las especies podría haber desaparecido a finales de este siglo.
Nuestra especie, con más de 6.000 millones de individuos, se ha convertido en una fuerza geofísica más destructiva que las tormentas y las sequías.
La mitad de los bosques del mundo han desaparecido, y los bosques tropicales (en los que habitan la mayoría de las especies animales y vegetales) están desapareciendo a razón de un 1% al año. Parte de los arrecifes de coral están desvaneciéndose.
La construcción de presas y la introducción de especies intrusas están causando la extinción indiscriminada de especies autóctonas.El calentamiento global causado por el efecto invernadero amenaza la existencia de ecosistemas enteros, incluido el Ártico.
Las especies actuales están desapareciendo a un ritmo entre 100 y 10.000 veces superior que la velocidad con que nacen nuevas especies.
De mantenerse el ritmo actual del cambio ambiental, la mitad de las especies podría haber desaparecido a finales de este siglo. ES RESPONSABILIDAD DE TODOS CUIDAR NUESTRO PLANETA, Y LUCHAR PARA CONSERVARLO.






Es para papel y cartón. Su reciclaje es fundamental, pues así evitamos la deforestación de los bosques y la posterior desertización del terreno. Y, sobretodo, porque los árboles son fundamentales para la vida, pues producen oxígeno. También nos ha enseñado cómo podemos fabricar, de modo casero, papel reciclado.
Es para el vidrio y el cristal, productos que se elaboran a partir de arena rica en sílice. Son materiales que tardan más de 1000 años en degradarse en la naturaleza, y en muchos casos los causantes de importantes incendios forestales. Por eso es fundamental reciclarlos.
En estos contenedores podemos depositar varios materiales:
Es para las pilas. Estos contenedores no suelen estar en la calle, ya que son residuos peligrosos y muy contaminantes. Las pilas, sometidas a altas temperaturas, corren el riesgo de explotar. Además, una sola pila de botón puede contaminar más de 600.000 litros de agua.
Hay objetos que por su peligrosidad no pueden depositarse en ninguno de los contenedores anteriores. Es el caso de los botes de laca o espuma de afeitar (que aún vacíos de producto, conservan una gran dosis de gas inflamable). En estos casos, el lugar adecuado para dejarlos son los puntos limpios, que son también el lugar donde debemos llevar los objetos voluminosos (televisiones, sofás, bañeras, etc). Lo mismo hay que decir para el aceite, que nunca debe ser tirado por el vater o el fregadero, sino almacenado en contenedores especiales. Algunas abuelas son tan listas que saben transformar el aceite en un jabón muy limpio. Otra forma de reciclar el aceite es convertirlo en Biocombustibles.
El CERI es el centro de recuperación de fauna amenazada más antiguo de España. Aunque está especializado en rapaces, atiende también otras especies de aves silvestres.

Las instalaciones del centro están muy chulas. Tienen un montón de expositores con plumas, huevos y aves disecadas que ayudan a conocer cómo es la vida de estos animales.




