Acabamos de terminar en Conocimiento del Medio el tema dedicado a las plantas, y para comprender mejor cómo es su crecimiento hemos sometido a una serie de semillas a determinadas condiciones. Todavía no sabemos muy bien por qué, pero el primer intento ha sido un fracaso absoluto, de modo que hemos sustituido las semillas, a ver si tenemos más suerte. A la espera de resultados, rescatamos una entrada antigua de este blog en la que detallamos este mismo experimento:
Todos sabemos que las plantas crecen mejor cuando las condiciones son ideales. En clase hemos querido demostrarlo con un sencillo experimento, que consiste en poner una serie de lentejas bajo condiciones de crecimiento diferentes (sustrato, agua, luz, aire). La primera de las semillas ha sido la más afortunada, porque le hemos proporcionado agua, sustrato adecuado, luz y aire. La segunda, en cambio, ha carecido de agua. La tercera y la cuarta las hemos sembrado en sustratos poco favorables (arena y yeso, respectivamente). La quinta lenteja la hemos guardado dentro de un recipiente sellado, de manera que no ha tenido aire. Por último, la sexta semilla ha estado todo el tiempo dentro de un armario, por lo que no ha recibido luz alguna.
Lo que hemos pretendido con esto es comprobar en directo cómo afectan estos condicionantes al crecimiento de las semillas. Os dejamos unas fotografías a continuación:
(SEMILLA 1: con agua, luz solar, aire y sustrato adecuado)
(SEMILLA 3: sembrada en arena)
(SEMILLA 4: sembrada en yeso)
(SEMILLA 6: sin luz)
Como podemos apreciar en las fotos, las diferencias entre unas plantas y otras son enormes. Por ahora, únicamente la semilla “ideal” y la sembrada en arena se han desarrollado normalmente, presentando en la actualidad raíces, tallo y hojas verdes y bien formadas. El resto de semillas ha sufrido en mayor o menor grado las especiales circunstancias a las que las hemos sometido. Así, por ejemplo, tanto la semilla que no hemos regado como la que ha estado privada de aire no han llegado a germinar, y la semilla plantada en yeso se ha perdido a los pocos días (en cuanto la reserva de nutrientes de la propia lenteja se ha acabado y ésta ha tenido que “echar mano” de lo que podía encontrar en el yeso). Por último, la semilla privada de luz ha tenido un crecimiento exagerado durante los primeros días, aunque su tallo es blanquecino y sus hojas diminutas.