Llevamos unos días en
Sociales estudiando cómo era la vida en el antiguo Egipto, hace
unos cinco mil años, y nos ha llamado mucho la atención las enormes pirámides de Keops, Kefren y Micerino, así como
la esfinge de Guiza, situadas todas ellas a pocos kilómetros de El Cairo.
Así, nos ha sorprendido mucho ver cómo las pirámides de Keops, Kefren y Micerino, que de lejos parecen muy lisas, realmente están compuestas por inmensos bloques de piedra.
Dicen que antes había gente que escalaba las pirámides, para ver el valle desde arriba. Y la verdad es que tenía que ser muy chula la vista desde allí. Nuestro maestro nos ha puesto unas fotos de unos rusos que no hace mucho burlaron la seguridad de las pirámides y consiguieron subirse a lo alto de ellas.
El otro gran monumento de este
valle es la gran esfinge de Guiza, una monumental escultura de 20 metros de
altura y 57 metros de longitud que data del siglo XVI a. d C. Parece ser que
representa al faraón Kefren con cuerpo de león, y aunque está bastante
deteriorada, dicen que antiguamente estuvo pintada en colores muy vivos: la
cara y el cuerpo de rojo, y el nemes (tocado de tela que solían usar los
faraones) que cubría su cabeza con rayas amarillas y azules.
La esfinge no
tiene nariz ni barba postiza debido al ataque de los mamelucos, y en parte ha
llegado hasta nuestros días gracias a que la arena del desierto cubrió durante
siglos su cuerpo, protegiéndola de la erosión.
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