Sin lugar a dudas, el momento más
importante que vivimos durante nuestra excursión a Córdoba fue la visita a la
Mezquita-catedral. Como ya sabéis, este espectacular edificio es uno de los
máximos exponentes del arte andalusí en nuestro país. Comenzó a construirse en
el año ¡¡¡785!!!, y durante los siglos siguientes fue objeto de numerosas
ampliaciones.
Posteriormente, hacia 1238, tuvo
lugar su consagración como catedral, y casi trescientos años después se
construyó la basílica que ocupa actualmente el centro del edificio musulmán.
La Mezquita-catedral cuenta con una
superficie de 23.400 metros cuadrados, siendo en la actualidad sólo superada
por la Mezquita de la Meca (Arabia Saudí) y la Mezquita Azul de Estambul
(Turquía).
Entre las características de este templo podemos destacar sus más de 1300 columnas de mármol, granito y jaspe, sobre los cuales se apoyan 365 arcos de herradura bicolores, que sin duda son la seña de identidad de este bello edificio cordobés.
La Mezquita-catedral fue declarada
Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en el año 1984.