Es un hecho que el gasto de muchas familias se
dispara cuando llega la Navidad. Curiosamente, durante el resto del año muchos
consumidores nos quejamos del precio de los productos (gasolina, electricidad,
agua, alimentos), pero llega la Navidad y todo el mundo tiene asumido que
celebrar estas fiestas implica comprar, a pesar de que es el momento del año en
el que la mayoría de los productos son más caros.
Para que tu consumo durante estas navidades
sea lo más responsable posible, te dejamos a continuación una serie de consejos que esperamos te sean de
utilidad:
- Reflexiona acerca
de lo que vas a comprar: ¿Realmente lo necesitas? ¿Cómo ha sido fabricado
ese producto? ¿Cómo va a repercutir en el
medio ambiente?
- No
despilfarres energía. Como ya sabes, el consumo de electricidad
supone graves problemas ambientales. Todos nosotros podemos hacer un uso
racional de la energía reduciendo la compra de productos superfluos para
cuya fabricación hace falta mucha energía, o con algo tan sencillo como la
utilización de bombillas de bajo consumo y electrodomésticos eficientes. Apaga
las luces de las habitaciones y pasillos siempre que no estés utilizando
esos espacios, y desconecta los aparatos eléctricos cuando no estén
funcionando. También puedes ahorrar haciendo uso del transporte colectivo
siempre que sea posible, con lo que que estaremos evitando la
contaminación acústica y atmosférica.
- Reduce
el nivel de consumo. En muchos casos, la compra excesiva y la
acumulación de objetos sólo conduce a la no valoración de lo que se tiene,
además de al agotamiento de los recursos naturales. Cuando se compran
juguetes conviene no olvidar que estos tienen que ser instructivos y
pedagógicos, de ahí que sea tan importante no regalar juguetes bélicos o
sexistas. Por el contrario, apuesta por juguetes que estimulen la
creatividad y que estén fabricados con productos naturales y
biodegradables.
- Evita comprar juguetes con pilas. Estas son
altamente contaminantes y suelen tener escasa vida útil.
- No compres ni envíes tarjetas navideñas
con pilas.
- Al comprar es
recomendable estar seguros de comprar el contenido y no el envase o su
publicidad. Hay que evitar los productos con envoltorios excesivos o
superfluos, al igual que rechazar las bolsas de plástico que dan en los
comercios, llevándolas desde casa. En definitiva, realiza tus
compras pensando en los residuos que vas a generar. Evita, por ejemplo,
envoltorios en plástico, botellas desechables, bandejas de corcho blanco, etc.
- Racionaliza la propuesta gastronómica de tu familia. Es decir,
compra únicamente la comida que realmente vas a consumir. Recupera la cocina
tradicional y evita la comida basura y precocinada, que implica un mayor
envasado. Consume productos que se hayan producido lo más localmente posible.
- Intenta comprar productos que no sufran aumentos desorbitados
de precio durante esta época del año.
- No gastes más allá de tu capacidad económica. Evita
endeudarte.
- Intenta
disminuir en lo posible los residuos. Los envases y
embalajes son muy perjudiciales para el medio ambiente, y estos se
multiplican durante las navidades. Recuerda que para fabricarlos se
destruyen muchos recursos naturales y se consume una gran cantidad de
energía, además de contaminar el agua y la atmósfera. Por todo ello,
intenta evitar los productos de usar y tirar, las bolsas de plástico, las
latas, los productos con muchos envases. En su lugar, apuesta por las
fiambreras, tarros de cristal u otros envases retornables y reutilizables.
Y no tires el papel de los regalos (dóblalo y guárdalo para usarlo en
otras ocasiones).
- Es
importante no olvidar que algunos alimentos intrínsecamente ligados a la
Navidad, como los langostinos, están siendo criados en muchos casos
en los humedales costeros tropicales, produciendo graves daños para las
economías locales y para la biodiversidad. Intenta
comprar en las tiendas del barrio. Las grandes superficies
comerciales son muy dependientes de un modelo de transportes enormemente
devorador de energía, y además suponen unas condiciones laborales injustas
para muchas personas. Hay tiendas donde se pueden obtener productos con
garantías de que han sido producidos de manera ecológica y pagando un
precio digno a los productores.
- Es
imprescindible no destrozar los abetos y otras pináceas que se han
convertido en un objeto de consumo de usar y tirar, que va del monte o el
vivero al vertedero. Llama la atención que, en un país erosionado y con
graves riesgos de desertificación como España, haya viveros dedicados
exclusivamente a la producción de árboles que van a la basura en cuanto
terminan las fiestas navideñas (alrededor de 2.000.000 al año), La
utilización como adornos navideños de los acebos o el musgo
en Navidad ha conducido a que se encuentren en grave peligro de
desaparición, con los graves daños que esto supone para el ecosistema en el
que se desarrollan. Esta fiebre consumista ha llegado también a otras
especies vegetales, como los ruscos o el muérdago, que están siendo
recolectadas de forma insostenible.
En
definitiva, es nuestro deber como consumidores estar informados de dónde vienen
los productos que consumimos, o de si en su fabricación se está perjudicando al
medio ambiente o se está explotando a otros seres humanos. Tenemos que ser
consumidores activos y predicar con el ejemplo. No debemos olvidar que los
adultos somos los modelos que nuestros hijos van a seguir e imitar (para bien o
para mal) en el presente y en el futuro.
(Fuente: Ecologistas en Acción)