¡Hola a todos!
Hoy os dejamos un curioso acertijo matemático basado en la historia de Ibrahim, un árabe que dejó en herencia 17 camellos a sus tres hijos. Así, según el testamento, al mayor le debían corresponder 1/2 de los camellos; al hijo mediano, 1/3; y al menor, 1/9. El problema vino cuando, al repartir los camellos, todos vieron cómo las cuentas no salían, porque los camellos no se podían partir por la mitad.
¡Esperamos que os guste!