El otro día nuestro maestro nos trajo un ejemplar de Oryctes nasicornis, uno de los coleópteros más impresionantes que hay en Europa. Por suerte, este escarabajo puede verse en La Solana. Este ejemplar, en concreto, se encontraba en una de las calles de las afueras del pueblo. Estos gigantescos escarabajos pueden volar por la noche, atraídos por la luz de las farolas, aunque esto les supone un importante gasto energético. En estado adulto rara vez se alimentan. Sin embargo, para llegar aquí, primero han tenido que pasar por una serie de estados en su ciclo vital, y en algunos, como en la fase de larva, pueden permanecer hasra tres años, alimentándose de madera en descomposición. Este ejemplar es un macho, y el enorme cuerno que tiene lo utiliza para pelearse con otros escarabajos. Cuando se pelean, gana el que consigue dar la vuelta a su contrincante con el cuerno.
La idea es que los niños aprendamos a respetar a todos esos animales que vulgarmente llamamos bichos, y que comprendamos la importante función que realizan en nuestro ecosistema. Algunos niños se han atrevido a cogerlo durante unos segundos, para comprobar que no hace nada, que no pica y que no hay que pisar ni matar a los animalitos que nos encontramos por la calle o en el campo, y después de eso nos hemos apresurado a dejarlo en libertad en el campo, que es donde deben estar.
Os dejamos a continuación algunas fotografías.
¡Esperamos que os gusten!
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