Todo el mundo sabe que a veces los planetas reciben el impacto de meteoritos. Las dimensiones de estos suelen ser muy variadas, y oscilan entre los pocos gramos y las decenas de kilómetros de diámetro. Su tamaño, unido a la gran velocidad con que los meteoritos impactan sobre los planetas (de 50.000 a 150.000 km/h) hace que los efectos sobre los planetas puedan llegar a ser devastadores. Un ejemplo: un meteorito de 250 metros de diámetro que impactara sobre la Tierra a una velocidad de 75.000 km/h liberaría una cantidad de energía similar a la producida por el mayor terremoto o erupción volcánica conocida en nuestro planeta.
Y eso que la Tierra tiene atmósfera. Se sabe que los planetas que tienen una cubierta gaseosa presentan menos cráteres de impacto, pues la fricción con la atmósfera frena a los meteoritos, que alcanzan unas temperaturas muy elevadas (de miles de grados). Esto hace que muchos meteoritos se volatilicen antes de llegar al planeta (debido a la gran diferencia de temperatura que existe entre el interior y el exterior del meteorito).
(foto de meteorito entrando en la atmosfera)
(Meteorito entrando en la atmósfera. Bolivia, agosto de 2011)
Por este motivo, la presencia de atmósfera en un planeta tiene como consecuencia la reducción del número y las dimensiones de los meteoritos que llegan a su superficie. Además, la existencia de atmósfera incluye una serie de factores que facilitan que, con el tiempo, se borren las huellas dejadas en el suelo por estos impactos (en concreto, la erosión producida por el agua, el viento o la congelación y descongelación del suelo).
Todo esto podría hacer pensar que es muy complicado encontrar cráteres de impacto en nuestro planeta, pero no es así. En la actualidad hay registrados muchos a lo largo y ancho de los diferentes continentes. Sólo en Europa hay alrededor de 25, que puedes consultar pinchando aquí.
(Cráter en Ries de Nördlingen.Alemania)
(Recreación del cráter de Rochechouart (Francia) poco despues de su formación)
Curiosamente, entre ellos, destaca uno localizado en España. Se encuentra en Azuara, a unos 50 kilómetros de Zaragoza, y se estima que su edad es de unos 30-40 millones de años.
Ahora bien, posiblemente el cráter de impacto más impresionante de nuestro planeta sea el cráter Barringer, localizado en Arizona (Estados Unidos). Para no hacer interminable esta entrada, hablaremos otro día de él con más detenimiento.
Como es lógico, la ausencia de atmósfera hace que otros planetas y satélites contengan una mayor muestra de este tipo de cráteres. Es el caso de la Luna, cuya superficie está acribillada por millones de cráteres, de los cuales se han identificado ya más de 1.500 (pincha aquí para conocerlos). Es costumbre que estos cráteres de impacto sean bautizados con los nombres de importantes científicos, artistas y exploradores.
Un ejemplo de estos cráteres lunares es el cráter Copérnico, ubicado en el Mare Insularum y que puede incluso observarse con la ayuda de prismáticos. Su diámetro es de 93 km, y se piensa que se produjo hace unos 1.100 millones de años.
1 comentario:
Fue un experimento divertido,fuimos a recoger piedras el profe preparo papilla y lanzamos las piedras.Aprendimos el efecto que causan los meteorítos al caer.
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