Hace unos días realizamos en clase un ejercicio de identificación de unas orugas que habíamos encontrado durante una excursión a la ermita de San Isidro.
Para ello utilizamos unas claves de identificación dicotómicas que encontramos en Internet.
Gracias a esta tabla, pudimos descubrir que las orugas pertenecían a la familia Sphingidae, pues son la única familia de lepidópteros cuyas orugas presentan el cuerpo libre de pelos, además de tener una especie de cuerno al final de su abdomen.
Una vez conseguido esto, fue cuestión de tiempo lograr identificar estas orugas como ejemplares de Hyles euphorbiae, un lepidóptero de hábitos nocturnos.
Saber el nombre de este artrópodo nos ha dado una nueva oportunidad de estudiar el increíble proceso de metamorfosis que sufren todas estas especies, así como sus hábitos y plantas nutricias.
Con todos estos datos, los alumnos de quinto han realizado infografías muy chulas.
Finalmente, tras unos días alimentándose de euphorbiaceas, algunas orugas de Hyles euphorbiae se han enterrado en la maceta, mientras que otras han hecho la crisálida entre las hojas secas. Esto último nos ha permitido observar el cambio que experimenta el cuerpo de la oruga al pupar.
Teniendo en cuenta que aquí en La Solana ya comienza a hacer frío, es muy probable que no vuelvan a salir hasta la primavera que viene. En ese caso, lo harán convertidas en gigantescas polillas.
¡Esperamos que os haya gustado esta entrada! Ya os iremos informando.
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