Esta mañana hemos llevado a clase las larvas de Chlorocala africana africana y Pachnoda marginata peregrina.
Previamente habíamos preparado dos urnas con sustrato revuelto con hojas secas, pequeños trozos de madera podrida y algunos trozos de fruta madura.
Tras asegurarnos de que la tierra estaba húmeda, aunque no encharcada, hemos depositado cada especie en su urna correspondiente.
Lo más complicado va a ser mantener los niveles de humedad y temperatura que necesitan estas especies para completar su ciclo de vida. Y es que para su correcto desarrollo, estas larvas de coleópteros precisan de una temperatura de entre 20 y 28 ºC, lo que es difícil de conseguir en clase (especialmente durante la tarde y la noche, cuando la calefacción está apagada). Obviamente, tener abiertas la puerta y las cuatro ventanas del aula tampoco ayuda, pero la salud es lo primero. En lo referente a la humedad, es preciso mantenerla en torno al 65-85 %.
Os dejamos a continuación algunos vídeos del momento en el que hemos depositado las larvas en las urnas. Estos insectos viven su vida bajo tierra, por lo que nada más dejarlos sobre el sustrato han corrido a enterrarse.
¡Esperamos que os gusten!
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