El otro día vimos este ejercicio
por Internet y nos pareció que podría ser divertido y curioso ponerlo en
práctica en clase. Os lo explicamos:
Se trata de observar cómo muchas
veces las personas interpretamos de diferente forma la información que
recibimos, aún cuando el mensaje sea totalmente objetivo.
Para
demostrar esto, basta con dar a cada alumno un folio reciclado y pedirles que cierren
los ojos. Una vez que tengan todos los ojos cerrados les damos las siguientes instrucciones:
1.
Doblad el
folio y romped la esquina superior derecha.
2.
Ahora
doblad el folio y romped la esquina superior izquierda.
3.
A continuación
doblad el folio y romped la esquina inferior derecha.
4.
Por último,
doblad el folio y romped la esquina inferior izquierda.
Una vez seguidas estas sencillas instrucciones, basta con pedirle
a los niños que abran los ojos y desplieguen sus folios. Sorprendentemente, no
habrá dos folios iguales, a pesar de que el folio y las instrucciones han sido
las mismas para todos.
Os dejamos a continuación unas fotografías del "experimento":
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