Un estudio realizado por el Centro Hadley (Reino Unido) ha concluido que la temperatura global mundial podría llegar a subir hasta cuatro grados centígrados a mediados de la década de 2050 si no se frena el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, ese incremento medio de cuatro grados centígrados podría traducirse en 10 grados (o incluso más) en algunas regiones del mundo como el Ártico o África. Entre las consecuencias de este aumento de la temperatura se encontrarán una severa disminución de las lluvias en algunas zonas e inundaciones en otras, así como la posible desaparición de más de la mitad de las especies de plantas y animales existentes en la actualidad.
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